Fundadoras
Brittany Khedun-Burgoine (PhD, University of Oxford)
Nació en Londres.
Es ilustradora especializada en acuarela y ha colaborado con The Royal Academy of Arts de Londres.
Natalia Otero
Nació en Bogotá.
Escritora especializada
en análisis de estructuras dramáticas. Específicamente, en la interpretación de cuentos de hadas y sueños.
Qué nos motiva a la lectura del oráculo
Además de que nos fascina estar obsesionadas con un objeto amado durante un tiempo —rodearlo, pensarlo, concebirlo—, nos interesa mostrarles a las y los consultantes que el mundo está puesto en su interior y que ellas están puestas en el mundo.
Cuando hay una duda o una tensión interna que se pregunta al oráculo, se activa un circuito eléctrico en el que se da una oración de lo interno con lo externo. Entonces, una comunicación con lo Divino. Al comunicarnos con la Divinidad, salimos del tiempo perecedero y vamos al tiempo que va más allá de la vida, a la Eternidad, ¡sin tener que morir! Esa comunión nos parece hermosa y esperanzadora.
Las consultantes escuchan y acogen la palabra del oráculo, a través de las lectoras, y esto les trae bienaventuranza, pues las pone a pensar. En estos momentos en que la gente está adormecida y robótica, pensar es ganancia, pensar es crear, pensar es amar.
Leer el oráculo es mirar al mundo poniéndole atención a los detalles, es oler las flores, oír los pájaros, tocar, leer libros, subir a la montaña; es orar, dudar, preguntar, pedir, responderse.
Leer es darse cuenta del milagro de estar vivas (y coincidir).